A ritmo de grasa

Transformación, cambio, alteración, metamorfosis. Proceso por el cual la ciudad recrea sus diferentes facetas a través de su historia, matices e identidades urbanas que confluyen en el espacio.

Sí, la ciudad de Medellín ha cambiado en el tiempo. Y sí, el barrio El Naranjal ha cambiado en el espacio pero seguimos creyendo que por el hecho de que el barrio El Naranjal aún no haga parte del “modelo” de ciudad, éste se ha estancado en el tiempo y ha permanecido estático.

Parqueadero Arrabal, Barrio El Naranjal

Parqueadero Arrabal, Barrio El Naranjal-2013

Contrario a esto, el barrio ha visto como su estructura económica, social, simbólica y arquitectónica se ha modificado por cuestiones espontáneas y acontecimientos ajenos o propios a su condición y ubicación.
Es una linea imaginaria que el discurso hegemónico se ha encargado de validar y consolidar como algo irrefutable. Esta linea argumenta la existencia de una historia universal,  historia lineal, y de una modernidad inevitable e inviolable, a la vez que de un tiempo progresivo y evolutivo.

Barrio triste era el barrio donde se ejercía toda la mecánica automotríz en Medellín porque todas las flotas intermunicipales y todas las transportadoras llegaban a Guayaquil […] entonces en barrio triste estaban todos los mecánicos porque eso es una actividad preponderante, que generaba empleo. Entonces ellos miran para el frente, y ven unas mangas, la gente que quería estar en barrio triste y ya no cabían porque ya todo estaba ocupado, entonces ven estas mangas de Naranjal, que no lo separaba sino el río, entonces vamos pa´el frente. Entonces a fines de los 50, a principios de los 60 es cuándo llegan los primeros mecánicos a Naranjal. Habitante barrio El naranjal-2013

Este pequeño relato habla de cómo en el barrio El Naranjal primero habían unas cuantas casas residenciales y mangas, pero ciertos acontecimientos territoriales, urbanos y económicos conllevaron a que en el barrio se mezclaran los usos del suelo urbano entre residentes, industriales y mecánicos, quiénes también demandan ciertos servicios como la venta informal de alimentos y bebidas.

El barrio Sagrado Corazón de Jesús, también llamado barrio triste, está ubicado en pleno centro de la ciudad de Medellín, justo diagonal a los edificios gubernamentales tanto municipal como departamental (el sector llamado como la Alpujarra), éste barrio alimentó desde mitad del siglo XX la actual configuración social y económica del barrio El Naranjal.

A su propio ritmo, el barrio El Naranjal se modifica, mezcla y embellece. A su ritmo llegan nuevos servicios, el partido de fútbol en la cuadra del barrio demandaban una cancha que nunca llegó, y la escuela como la casa cultural nunca hicieron parte de él. Pero la llegada de nuevos habitantes, transeúntes, carretilleros, trabajadores, comerciantes, obreros y otros tantos que salieron de allí, dejan entrever que este barrio como cualquier otro espacio existente, genera sus propios ritmos de vida. Así fue como desde que llegaron los primeros colonos a este territorio, el barrio ha trasmutado y reordenado.

Entonces José Domingo llegó con un palito y puso el palito dígamos aquí en esta manguita y dentro de 8 días vino a ver que había pasado con el palito y como nadie había tocado el palito entonces ya puso dos palitos y a los 8 días ya vino y puso cuatro palitos y a los palitos les puso una cuerdita, y entonces dijo este cuadrito es mio, y a los 8 días ya el cuadrito era más grande. Habitante barrio EL Naranjal-2013

Ahora su orden social y económico es visto como un caos completo: cartones, periódicos y plástico en la calle y andenes; chatarra, chécheres, motores y carros  estacionados a lo largo de las calles; grasa en el asfalto, pero también en la ropa y manos de los mecánicos, quienes van de un lado a otro con herramientas en la mano, personas sentadas en las aceras almorzando, otros leyendo el periódico o tomando una cerveza; edificaciones “rusticas”, unas a punto de caerse y callejones inesperados.

Duerme

Pero todos estos elementos hacen parte del cosmos propio del barrio. Es decir, el barrio El Naranjal tiene su propio equilibrio que está regulado y potencializado por las necesidades, dependencias y exigencias de las diferentes actividades económicas y sociales que allí se presentan, pero también por las necesidades externas, de transeúntes y clientes con coches clásicos y no tanto, que llegan al barrio por un repuesto, arreglo y mantenimiento a su vehículo.

En el día por lo general viene mucha gente de otros barrio a sus talleres a hacerle mantenimiento a sus vehiculos, a los talleres de los que son trabajadores de torno, de lo de reciclaje, a todos los distintos trabajos que tenemos acá en el barrio. Habitante barrio El Naranjal-2013

La solución al caos, la solución al espacio estático y poco dinámico que está fuera de la modernidad es su destrucción. Uno de los articulos del decreto  del plan parcial dice lo siguiente sobre los objetivos y justificación de una renovación para el barrio:

Promover una utilización más racional del suelo urbano, de manera que se generen diferentes usos asociados a su localización como borde del centro tradicional y representativo metropolitano, incluida la vivienda en altas densidades [y así] utilizar de manera más eficiente las importantes infraestructuras existentes de carácter vial, transporte masivo, servicios públicos y sociales existentes en la zona, para la localización de actividades productivas y habitacionales que aprovechen la alta calidad de vida que potencialmente puede ofrecer la zona. Art. 4, Decreto 1309-2009 Plan Parcial.

Calidad de vida que será ajena a quienes han habitado y trabajado por muchos años en el barrio. Las personas del barrio quieren permanecer allí, no se rehúsan al cambio urbano, pero se preguntan por qué por tantos años nunca han existido políticas públicas que permitan acondicionar el barrio con espacios y edificaciones para la educación, la cultura y el deporte.

Y ahora lo quieren arrasar por completo porque todo el barrio es considerado un caos, que hay que integrarlo a la ciudad puesto que ésta sí ha evolucionado, modernizándose, embelleciéndose e internacionalizándose.

Naranjal en este momento, le digo la realidad es el punto negro para el municipio y la alcaldía de Medellín. Habitante Barrio el Naranjal-2013

Fuentes: Habitantes barrio El Naranjal