En el estudio de planeación está el futuro de Naranjal. Los antiguos habitantes del suburbio no quieren que el lugar donde crecieron, jugaron con el cantante Fruco e hicieron sus travesuras infantiles se perpetue como un enorme taller de mecánica.

Este barrio ha tenido usos cambiantes. La administración aún no tiene claridad sobre cuál debe ser su función específica. Por esta razón planeación autorizó a una firma particular para realizar un estudio que entregue los parámetros que determinarán el futuro de Naranjal y su espacio físico.
El costo de la investigación es de 813 millones y tiene por objetivo analizar cuatro suburbios que tienen una gran influencia sobre la vida del centro de Medellín y han sido detectados como los generadores de sus patologías. Los otros barrios son Niquitao, un sector de Guayaquil y San Benito

Cuando llueve se eleva el nivel del Río Medellín y la quebrada la hueso no alcanza verter sus aguas normalmente al río por falta de pendientes en el barrio.
En la actualidad, como se están ejecutando los trabajos para la construcción del viaducto del tren metropolitano, la secretaria de obras públicas explicó que tienen que esperar la conclusión de los trabajos para ellos entrar a solucionar esta dificultad

Alvaro Vasquez Osorio [director de planeación] cree factible que en el estudio que se termina a finales de este año, se mantenga como residencial por contar con toda la infraestructura física y de servicios públicos para desarrollarse en este sentido, con una parte autorizada para las actividades comerciales.

La secretaria de transportes y tránsito dijo que el problema de Naranjal viene de 30 años atrás y la administración municipal no puede trasladar esta cantidad de talleres a otras jurisdicciones propuestas como en el barrio Niquia, en Bello o en Barbosa, porque el alcalde no tiene potestad para enviar a la gente a otras localidades, mas si ellos necesitan trabajar en Medellín.

Periódico El Colombiano, Martes 8 de Junio de 1993