¿Por qué y de qué manera la ciudad de Medellín absorbe el barrio Naranjal?, ¿Qué tipo de presiones recaen sobre el barrio El Naranjal?, ¿Cuáles son sus dinámicas sociales, políticas, económicas, estéticas y arquitectónicas que lo hacen susceptible de intervenir?, ¿Cuál es la lógica urbana de la actual ciudad de Medellín, y por qué después de más 40 años de existencia del barrio El Naranjal, se piensa en transformarlo completamente?, ¿Qué tipo de modelo de ciudad se concibe en Medellín que consecuentemente lleva a que barrios como El Naranjal no estén en sintonía con su modelo?. ¿Qué tipo de personas viven en el barrio y de qué manera éstas se relacionan o interactúan con la ciudad?, ¿Cómo estas personas viven la ciudad y su barrio?, ¿Qué percepción tienen las personas del barrio El Naranjal acerca de su transformación?, ¿Cómo se percibe el barrio desde afuera y desde adentro?.

El Plan Parcial como instrumento de renovación urbana es una herramienta engañosa que se considera de carácter comunitario, privado y estatal, porque aunque la figura de plan parcial puede otorgarle posibilidades a las comunidades para el ejercicio de la participación, ya que el plan puede emerger desde las iniciativas de organizaciones sociales, en el caso de El Naranjal esta participación se sometió a un mero formalismo.

La ubicación territorial del barrio es un asunto clave para las personas del barrio y para su transformación. El barrio como parte de un espacio amplio de relaciones con su entorno, permiten sugerir que éste puede ser un enclave, pero así mismo existe una afluencia y relación reciproca de economías en el adentro y el afuera del barrio, que hacen que el barrio no esté totalmente aislado de la ciudad. Además, históricamente la ubicación del barrio ha sido parte esencial de la vida de las personas que allí trabajan y/o viven, mientras que para la renovación urbana será parte esencial en la medida en que sea transformado conforme al modelo de ciudad planteado en el POT.

La especulación del suelo es un método eficaz para el desplazamiento de la población, que en el caso de El Naranjal, es posible observar cuando hago referencia a su proceso histórico en relación a la ciudad, su presente y proyección futura. Ya que en un principio el sector donde se encuentra el barrio, no era un lugar bien visto para la urbanización por ser considerado inestable e insalubre, las haciendas y fincas se asientan allí, posteriormente la insipiente industria atrae residentes obreros, migraciones urbanas y rurales. El barrio va tomando un aspecto de barrio popular, tradicional, de obreros, e igualmente despreciado, pero ahora con un gran interés que eleva el precio del metro cuadrado.

Es necesario retomar el problema que revela el Plan Parcial Naranjal-Arrabal teniendo en cuenta el nuevo POT de Medellín que actualmente se revisa y ajusta, para vislumbrar su relación con los nuevos megaproyectos y planes parciales que se estiman para el centro de la ciudad. Puesto que son varios planes parciales que se proyectan para el centro de la ciudad como lo son barrio Corazón de Jesús, Barrio Niquitao, Barrio San Pedro, Chagualo, y el llamado megaproyecto del río Medellín.