Atehortúa
La primera persona que nos abrió la puerta de la casa, antes que los líderes sociales y comunales, fue doña Berta.
Fue la primera que nos habló, la primero que nos sonrió, incluso hasta nos regaló energía para hacer un concierto.
La primera persona que nos abrió la puerta de la casa, antes que los líderes sociales y comunales, fue doña Berta.
Fue la primera que nos habló, la primero que nos sonrió, incluso hasta nos regaló energía para hacer un concierto.