Como una novia fea, el sector de Naranjal y la Bayadera, al igual que otros barrios como NIquitao o Corazón de Jesús, nunca tuvieron pretendientes entre los nobles “señoríos” de la administración municipal. El Colombiano, Agosto 25 de 1998

Después de vivir tantos años ante la amenaza de una reubicación, habitantes y propietarios del barrio Naranjal, dejaron ya de sentir el temor al desarraigo, para empezar a ser incrédulos ante la propuesta de renovación urbana planteada primero, en el Estatuto de Usos del Suelo, y ahora en el plan de ordenamiento territorial. Periódico Metro, Sábado 26 de Junio de 1999

La que llaman la “invasión” de talleres que de Barrio Triste pasaron a Naranjal hace 30 años, se convirtió en el inicio del proceso de identidad de un barrio reconocido por sus calles aceitosas, hombres de ropas grasientas y manos tiznadas, y perros callejeros que tienen hasta sus nombres extraviados. El Mundo, 6 de Junio de 1999

La inundación del 21 de Noviembre prendió las alarmas entre sus habitantes, quienes decidieron pedirle ayuda y soluciones al municipio. Periódico Gente Laureles, 2005

Trabajadores de Naranjal temen que no los tengan en cuenta en el plan. El Colombiano, Julio 31 de 2003

Gracias a la concertación entre el municipio y la comunidad, el sector pondrá en marcha un proyecto piloto de intervención urbana que es modelo en el país. El Colombiano, Junio 1 de 2000